Las claves:
-Con la presencia
y eximia asociación de Citarella y Vicente arriba, el Equipo 1 tan solo debía
asegurarse de cerrarse bien atrás e iniciar rápidamente los contraataques para
aprovechar y fomentar su vínculo. Por momentos lo consiguió, con una defensa
que llegó inclusive a estar compuesta por tres jugadores, y cuando su
funcionamiento flaqueó García dio garantías bajo los tres palos. Por otro lado,
Arroupe fue fundamental con su transición defensa-ataque y los saques rápidos
del arquero también aportaron su granito de arena al resultado.
-El Equipo 2 fue víctima de un abrumador desconcierto
defensivo durante los 60 minutos de juego. Jamás logró asentar una dupla que
contuviera la relación Citarella-Vicente y además padeció también la ausencia
de un arquero fijo, lo que comprometió aún más la desorganización de la zaga.
En tanto que en ataque ni Mascheroni, ni Schiro ni Livora estuvieron finos,
sino que más bien sacaron a relucir imprecisiones, yerros varios y falta de
ritmo. Esto llevó a la poco productiva necesidad de culminar los avances con
remates de media distancia que solieron distanciarse bastante de la valla que
ocupaba García.
Premios:
-Nahuel Bellofatto al
mejor jugador de la cancha: Juan Vicente
(7.0)
Rápido, movedizo, inteligente y desvastador frente a la
portería rival. Ya demostró hace rato que junto con Citarella son los dos
jugadores más desequilibrantes de la competencia.
-Santiago Bouzo al
peor jugador de la cancha: Andrés Schiro (4.5)
Si bien es un jugador de cuyas cualidades no dudamos, hoy
fue un cúmulo de imprecisiones y malas decisiones a la hora de darle cierre a
los avances de su equipo. No fue su noche.
-Franco Niedermaier a
la jugada lírica del encuentro: Juan Vicente
Cuando el partido aún estaba trabado para ambos equipos,
Vicente inició el camino hacia el vapuleo con un sablazo demoledor, enganche
mediante, que se situó en el ángulo superior izquierdo del arco rival. Golazo.
-Nahuel Rivada a la
jugada papelón del encuentro: Kevin Livora
Mientras García aún le reclamaba al lineman y la defensa dormía, el imponente delantero quedó mano a
mano ante un temeroso guardavallas que tan solo atinó a darse vuelta y… Tapó el
remate de espaldas con su tacón. Sí, Livora había definido a su pie. Regreso
para olvidar.
-Julián Arroupe a la
jugada desleal del encuentro: Ramiro García
Tras un disparo alto de Matías Mascheroni, el arquero se
elevó con displicencia pero aún así alcanzó a rozar el esférico y enviarlo al
córner. Ante los titubeos rivales, no dudó en quitarse el mérito y decir que no
había tenido contacto alguno con la pelota. Así no.